Aunque no seamos fumadores, día a día estamos expuestos a múltiples factores que pueden favorecer la aparición de enfermedades pulmonares, por lo que conviene estar alerta y evitarlos a l máximo.
El cáncer de pulmón está catalogado como el más letal en hombres, siendo también común en las mujeres, pero por detrás del de mama.
Es uno de los más difíciles de tratar por los órganos que compromete y, por desgracia, más del 85% de los pacientes diagnosticados pierden la vida cinco años después.
Algo que viene preocupando a las grandes entidades de salud es que un 80% de los casos de este tipo de cáncer tienen algún tipo de relación con la exposición al humo del tabaco, es decir, podría ser evitable.
El problema es que hasta ahora ha sido muy difícil controlar el consumo de cigarrillo y en la actualidad siguen habiendo millones de fumadores.
Pero, pese a que el tabaco es la causa principal del desarrollo y complicación de esta afección, cualquier persona podría estar en riesgo de desarrollarla porque hay otras causas.
En esta ocasión vamos a compartir los otros posibles 6 desencadenantes que la mayoría de personas no conocen, pero que también suponen un riesgo significativo.
1. Fumadores pasivos
Las personas que no fuman pero que conviven con alguien que sí lo hace tienen un riesgo hasta del 25% de cáncer de pulmón en comparación de aquellas que no están expuestas al humo.
Los agentes tóxicos que despide el tabaco a través del humo suelen acumularse en el aparato respiratorio, haciéndolo más susceptible al ataque y desarrollo de las células malignas.
2. Modificaciones genéticas
Algunas modificaciones en el ADN de las células en los pulmones pueden ocasionar el crecimiento anormal de las células, y en algunos casos dar origen al cáncer.
El ADN es el químico que compone cada una de las células que conforman los genes y estas son las responsables de determinar la apariencia física de un individuo, así como el riesgo que tiene de desarrollar enfermedades.
Los oncogenes son los genes que ayudan a las células a crecer, dividirse o a mantenerse vivas.
También hay otros conocidos como genes supresores de tumores, cuya función esralentizar la división celular o hacer que las células dañinas mueran de manera oportuna.
Cuando el ADN se ve alterado por algo que activa los oncogenes o desactiva los genes supresores de los tumores, hay un elevado riesgo de padecer cáncer.
3. Exposición a carcinógenos
Algunos trabajos industriales implican estar expuestos a sustancias potencialmente peligrosas y asociadas con la mayor incidencia de cáncer de pulmón.
Las más comunes son:
- El amianto.
- El arsénico.
- El cadmio.
- El carbón.
- El coque.
- El berilio.
- La sílice.
- El níquel.
4. Inflamación recurrente
Las personas que en algún momento de su vida lucharon contra la tuberculosis o algunos tipos de neumonía suelen tener cicatrices en los pulmones que incrementan el riesgo de desarrollar crecimientos anormales de células malignas.
En estos casos se requieren de constantes chequeos médicos, ya que existe la posibilidad de padecer un tipo de cáncer de pulmón llamado adenocarcinoma.
5. Exceso o deficiencia de vitamina A
La vitamina A desempeña un papel fundamental en la salud del cuerpo, en especial en lo que tiene que ver con la visión y la salud pulmonar.
Quienes tienen deficiencia de este nutriente también podrían considerarse en riesgo de este tipo de cáncer aunque, por otra parte, los que la toman en exceso también podrían verse perjudicados.
6. Contaminación del aire
La Organización Mundial de la Salud incluye el aire contaminado en el listado de posibles causas de cáncer de pulmón, así como de vejiga.
Por desgracia, hoy en día es muy difícil respirar aire puro, en especial en los ambientes de las grandes ciudades.
Aquellos que viven cerca de las industrias o compañías que despiden agentes contaminantes suelen tener un riesgo elevado de este tipo de patología crónica.
Según señala la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer, las principales fuentes de contaminación del aire son:
- El transporte.
- La generación de energía estacionaria.
- Las emisiones industriales y agrícolas.
- La calefacción y la cocina.
Se estima que para el año 2010 más de 223 000 personas murieron por el desarrollo de cáncer asociado a la contaminación.
Debemos tener en cuenta todos estos factores no solo como una forma de prevención, sino para conocer que, además del tabaco, hay otros factores que también aumentan las probabilidades de desarrollar esta afección.
0 comentarios:
Publicar un comentario